
El exoesqueleto, elaborado por un científico brasileño,
es una nueva tecnología de movilidad que será mostrada a nivel mundial
durante el máximo evento del fútbol.
A 13 días del partido inicial del Mundial de fútbol 2014,
el científico brasileño Miguel Nicolelis tiene todo listo para
mostrarle al mundo la funcionalidad de la tecnología que desarrolló y
que permitirá a un parapléjico hacer el saque de honor en el partido Brasil-Croacia en Sao Paulo.
El sistema de interacción por señales del cerebro entre parapléjicos y un complejo exoesqueleto acoplado al paciente fue
probado con éxito en las últimas semanas en Sao Paulo y el jueves, tras
la última prueba clínica, quedó listo para ser exhibido en un evento
que promete un récord de audiencia de televisión en el mundo, según su
responsable.
"La forma como distribuimos esas señales (cerebrales) en las partes
del cuerpo del paciente que aún tienen sensibilidad fue uno de los
grandes descubrimientos del proyecto", dijo Nicolelis.
El proyecto, conocido como "Walk Again" (Andar de nuevo), forma parte del desarrollo de una nueva tecnología de movilidad, la neurorehabilitación, que permite a la mente mandar señales a una vestimenta robótica conocida como exoesqueleto.
"Creamos un sistema de interacción entre paciente y exoesqueleto que
no existía y vamos a seguir trabajando para perfeccionar el sistema en
futuras versiones", agregó Nicolelis, que lideró un proyecto en el que participaron científicos de varios países.
Según el investigador, la distribución de señales se produce a través
del "deseo del ser humano de moverse, que es transmitido para el
sistema, al tiempo que el exoesqueleto le manda señales de vuelta al operador cuando realiza los movimientos ordenados".
Según Nicolelis, a diferencia de un robot, controlado por softwares,
el exoesqueleto es "un híbrido que permite al ser humano interactuar con
el equipo".
El científico brasileño asegura que propiciar la sensación real de volver a andar es sólo el comienzo de lo que el proyecto puede alcanzar y que, por eso, las pruebas proseguirán después del 12 de junio, día del partido inaugural del Mundial.
Hasta ahora fueron 17 meses de trabajo concentrado en un laboratorio
con ocho voluntarios escogidos por sus "parámetros médicos" y que
proseguirán en los próximos pasos del proyecto.
Al ser interrogado sobre cuántas personas pueden resultar
beneficiadas por el proyecto, Nicolelis explicó que la investigación no
partió de una cuenta matemática y que, de los "20 millones de
parapléjicos" del mundo, muchos podrán ser ayudados.
"Este es el primer paso. Una forma de mostrarle al mundo que es posible mejorar la calidad de vida de esos pacientes,
pero nadie puede dar el número de años o de pacientes que alcanzará,
porque no se trata de economía. No se calcula de esa forma", dijo.
El científico también destacó las "experiencias muy reales" de los
ocho pacientes que usaron el exoesqueleto en una velocidad razonable
gracias al sistema de señales táctiles que desarrollaron.
"El poder desarrollar un proyecto de esa importancia en el país en que nací es un sueño",
afirmó Nicolelis, que regresó a Brasil para desarrollar la
investigación y que fundó el Instituto de Neurociencia en la ciudad de
Natal para darle viabilidad a la iniciativa.
"Este proyecto es la coronación de 10 años de investigación.
Fue el Instituto (de Natal) que ofreció toda la base para desarrollar
la tecnología en Brasil, reclutar científicos e interactuar con grupos
internacionales que nos ayudaron", agregó.
El proyecto "Walk Again" es un consorcio formado por 156 científicos,
ingenieros y técnicos de universidades e institutos de investigación de
todo el mundo.
El exoesqueleto es la primera fase del consorcio,
que tiene por objetivo impulsar tecnologías basadas en la conexión
cerebro-máquina para beneficiar a personas con movilidad limitada.
Los pacientes que integraron la "selección canarinha" del proyecto,
de entre 20 y 40 años, tienen parálisis de los miembros inferiores
causada por una lesión medular total.
El primer paciente consiguió caminar con el exoesqueleto el 29 de abril pasado y en los días siguientes los otros siete también consiguieron dar un promedio de 120 pasos en cada sesión.
Los resultados alcanzados, que serán publicados en revistas
científicas internacionales en los próximos meses, completan un trabajo
de 30 años de estudios en el área de neurociencias y una década y media
de ensayos con interfaces cerebro-máquina. (EFE)
Fuente: http://www.larepublica.pe
Publicar un comentario